«Me preocupan las cosas que se dicen; lo vacío de la campaña; la ausencia de propuestas reales y esta suerte de inyección de amnesia colectiva que intentan imponer desde la oposición. Lo que más me importa es que pensemos en el futuro, porque del futuro nadie habla y eso es lo más importante», dijo a Página/12 el presidente Alberto Fernández luego de la visita que realizó este sábado en Hurlingham a una pyme familiar –Laura´s Delicity– en la que Laura Silva y su marido fabrican mermeladas y que, gracias a la ayuda del Estado, logró crecer e instalar sus productos en grandes cadenas de supermercados. «La economía está creciendo y lo está haciendo muy rápidamente. Poco a poco esa mejora va a ir llegando a cada uno de los argentinos y argentinas. Hay que tener paciencia, pero sepan que va a llegar porque nosotros no queremos una mejora para algunos, sino para todos», indicó el Presidente.
Fernández se tomó un minuto para reflexionar con este diario sobre la espectacularización de la política y la banalización que se vivió en estas últimas semanas en torno a los debates preelectorales: «Estar en contacto directo con la gente, poder hablarles a los ojos, estar con ellos, es lo que más le falta a la campaña y lo que más extrañamos. Lo que transmiten es mucho cariño, afecto y mucho reconocimiento en un momento muy difícil que nos tocó pasar. La sociedad toda tiene que volver a esa base y tenemos que volver a un tiempo donde podamos abrazarnos, escuchar a nuestro pueblo de primera mano y superar esta situación que nos obliga a usar pantallas y recurrir a la publicidad«.
Cómo esperó Hurlingham al Presidente
Cerca de las once de la mañana las calles del barrio Luna de Hurlingham, en el oeste del conurbano, se empezaron a llenar de gente. Los vecinos se acercaron a esperar al Presidente, con banderas y cantando. Muchos de ellos llevaron cartas o bolsitas con presentes para entregarle al mandatario; se colgaban de las vallas para acercarse lo más posible y poder sacarse una selfie o intercambiar algunas palabras. Otros decidieron mirar la escena desde las terrazas de sus casas o comercios con banquetas y reposeras.
Cerca de las 12 Fernández llegó acompañado por el ministro de Desarrollo Social y ex intendente de la localidad, Juan Zabaleta; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; la precandidata a diputada, Victoria Tolosa Paz; el secretario de Presidencia, Julio Vitobello y el vocero Juan Pablo Biondi. Después de saludar a los presentes, ingresó al pequeño local, en donde toda la familia colabora para elaborar las mermeladas.
La historia de Laura
Laura tiene 42 años y nació en Hurlingham. Es mamá de tres hijos y en 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, después de trabajar diez años en un call center, fue despedida. «Me quedé sin trabajo, fuera del sistema laboral, y el mundo se me vino abajo«, contó en diálogo con Página/12. «Solo tenía experiencia en call center y con 38 años era muy difícil buscar otro trabajo. Por eso, y como había hecho varios cursos y aprendido a hacer mermeladas, me perfeccioné con ayuda del municipio, decidí tomar lo que venía aprendiendo y empezar a vender», agregó.
Para lanzar su proyecto contó con la ayuda de su hijo, que estudió informática en la Universidad Nacional de Hurlingham –que abrió sus puertas en 2014–, y se encargó de las cuestiones de marketing y redes sociales.
En 2019 Laura, junto a otros trabajadores que se formaron en la Escuela de Emprendedores que creó el municipio cuando Zabaleta era intendente, fue a visitarlo a la municipalidad, le contó su historia y le convidó sus dulces. Una vez que Fernández ganó las elecciones, Zabaleta le llevó al Presidente las mermeladas, se sacaron una foto con ellas y conversaron sobre la importancia de que exista una Ley de Góndolas para que los consumidores puedan acceder a productos de emprendedores a nivel masivo.
La ley de góndolas
En marzo de 2020 el Gobierno Nacional lanzó desde la Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo el programa «Banco de Herramientas» y Laura se anotó. Gracias a esa política pudo adquirir maquinaria para aumentar la producción que, hasta ese momento, cuenta, «hacía de forma muy simple con olla y cuchara de madera». Esa ayuda del Estado le permitió comprarse una cámara de frío, una paila, una pasteurizadora y una cocina industrial. Fue una inversión de dos millones de pesos que complementó con asistencia del municipio para que ella pudiera tener un local con venta al público.
«Gracias a la Ley de Góndolas los pequeños productores podemos ingresar nuestros productos a los supermercados. De hecho, los dulces que fabricamos acá ya están en la cadena Wall Mart», explicó Laura. Emocionada, añadió que «no tengo palabras para agradecer que Alberto haya venido y nos enorgullece saber que tenemos un Estado presente que está entre nosotros».
Laura, su marido y sus tres hijos recorrieron junto al Presidente cada rincón de la pequeña fábrica con lágrimas en los ojos, le dieron tostadas con dulce a los funcionarios y le mostraron la foto de 2019 en la que Fernández posaba con los frascos de dulce, que tienen impresa y pegada en la pared. Finalizada la recorrida, el mandatario salió a la puerta del local y en un escenario improvisado dedicó unas palabras a los vecinos. “Les pido que nos acompañen porque estamos muy cerca de alcanzar el tiempo de la normalidad que soñamos», expresó.
Para finalizar, el mandatario afirmó: «vamos a poner a la Argentina de pie y para eso necesito más que nunca su ayuda. El primer esfuerzo que tenemos que hacer es no volver atrás. No volvamos al tiempo en el que Laura y su familia padecían, apostemos a este tiempo en que la producción y el trabajo son posibles, donde los emprendedores tienen un destino porque hay un Estado que los ayuda”.
(*) Página/12
Más historias
Debate presidencial: se conocieron los temas que eligió la ciudadanía
El oficialismo obtuvo dictamen y este martes se tratará la reforma de Ganancias
Alberto Fernández se reunió en Nueva York con la diputada que denunció a los fondos buitre y le manifestó su apoyo