Mientras la pulseada a cielo abierto en el peronismo entre Omar Perotti y Agustin Rossi concentra casi todas las miradas, en los principales campamentos de la oposición afinan la estrategia para unas Paso en las que Juntos por el Cambio y el Frente Amplio Progresista también dirimirán su propia puja interna.
“Parecía que íbamos a ser la guerra nuclear y somos unas carmelitas descalzas”, dice entre risas a La Capital Julián Galdeano, armador de la lista de JxC que lleva como precandidatos al Senado a Carolina Losada y Dionisio Scarpin y a Mario Barletta como cabeza de lista para diputados.
La alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica es la que tendrá la competencia más concurrida: habrá cuatro listas.
Con tiempo escaso hasta las primarias -que serán en poco más de un mes, el 12 de septiembre- y la necesidad de instalar su candidatura y diferenciarse de sus rivales, la ex panelista de Intratables salió a jugar fuerte: se cruzó con Federico Angelini -que exhibe el apoyo de Macri, Larreta y Bullrich- y movió en redes y las calles una imagen en la que aparece la vicepresidenta, y que tiene como consigna “Si Cristina queda atrás, ganamos todos”.
“Queremos instalar que es una candidata con potencia y personalidad para enfrentarse a la figura de Cristina, que tiene esos mismos atributos”, explicó Galdeano.
En el primer tramo de la campaña, Losada parece tener una pequeña ventaja: dos encuestas la ubican algunos puntos por arriba de sus adversarios internos. En el estudio de Federico González y Asociados, la periodista tiene 10,1% de intención de voto total, por encima de Angelini, Amalia Granata y Luciano Laspina (8,9%); José Corral, Astrid Hummel y Roy López Molina (8,5%) y Maximiliano Pullaro, Carolina Piedrabuena y Gabriel Chumpitaz (7,4%).
En el relevamiento de Raúl Aragón & Asociados, el orden es el mismo y los números son similares: 9,8% para Losada, 8,4% para el vicepresidente nacional del PRO, 8,1% para el ex presidente nacional de la UCR y 7,7% para el ex ministro de Seguridad.
En ambas mediciones, Juntos por el Cambio aparece como el espacio con mayor intención de voto: 34,9% en la de González y 34% en la de Aragón.
En el búnker de Losada se entusiasman, pero intentan ser cautos. “La campaña recién arrancó y todavía hay que mostrar los mensajes y el armado, pero una ventaja pequeña en este contexto de paridad es valioso. En las recorridas estamos teniendo muy buena receptividad y eso es importante”, destacó Galdeano.
La pulseada progresista
El espacio que intenta amortiguar la polarización es el FAP. Con un piso de 20 puntos, en la coalición que aglutina a socialistas, un sector del radicalismo, el partido del intendente rosarino y otros satélites de la galaxia progresista se entusiasman con pescar votos entre las primarias y las generales, y acercarse al 30 por ciento.
Allí la disputa es entre Clara García, Julio Paco Garibaldi y Mónica Fein, por un lado, y Rubén Giustiniani, María Eugenia Schmuck y Fabián Palo Oliver, por el otro. Lifschitzstas versus javkinistas y aliados.
En esa competencia, la presidenta del bloque del Frente Progresista en la Cámara de Diputados de la provincia y esposa de Lifschitz sacó una pequeña distancia: casi 6 de cada 10 votantes del FAP dicen que se inclinarán por ella en la primaria.
En el laboratorio de García aseguran que en la recorrida que ya hicieron por las cinco regiones de la provincia encuentran buenas señales de actores clave. El plan es atar las gestiones del Frente Progresista con una visión de futuro y recoger la decepción en sectrores del electorado que, analizan, genera el gobierno de Perotti. Todo eso encabezado por García, una persona que según alguien que trabaja detrás de escena, tiene “una personalidad de alta rentabilidad electoral”.
Un ojo en el PJ
Además de su propia interna, en JxC y el FAP siguen con atención la inquietante pelea en el PJ santafesino, que trasciende las fronteras de la provincia e involucra hasta el propio Alberto Fernández.
“Lo vemos con preocupación, las internas del peronismo siempre se terminan trasladando a la sociedad”, planteó Galdeano. Y agregó: “Hay preocupación por cómo va a seguir la situación institucional, en cualquier escenario esto va a impactar en el gobierno de Perotti, que ya de por sí es una gestión débil en términos políticos, ni hablemos si el gobierno pierde”.
Entre quienes trazan la estrategia del PS reconocen que la interna del Frente de Todos les presenta dificultades. “Van a terminar gritando y llevando buena parte de las cámaras, pero tienen que ser cuidadosos: si gana Rossi el gobierno de Perotti se terminó dos años antes”, advierten.
En este momento, en ninguno de los dos principales espacios opositores tienen preferencia sobre a qué candidato peronista es mejor enfrentar. En el socialismo quieren centrar la discusión en el proyecto de Perotti, con vistas a volver a la Casa Gris en 2023.
Más directo, Galdeano respondió: “Para nosotros, las listas del Frente de Todos son como elegir entre Barbarroja y Barbanegra”.
Fuente: La Capital
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