«Mi palabra vale mucho. Vas a tener tu casa para que vivas con tu hija y no tiembles si la tierra tiembla», le dijo Alberto Fernández a Romina, una madre soltera a la que se le derrumbó la casa el lunes por la noche, debido al sismo de 6.4 grados de magnitud que castigó a la provincia de San Juan. Ella tenía su vivienda en el asentamiento Pellegrini, ubicado en el departamento Rivadavia, y durante el terremoto pudo salir rápidamente de la construcción y salvarse a tiempo junto a su hijita. Ambas serán beneficiarias del convenio que anunció el Presidente en la tarde del martes junto al gobernador Sergio Uñac, en la provincia de San Juan, que permitirá a los sanjuaninos contar con 7 mil millones de pesos para la construcción de 1.800 viviendas. Además, el mandatario adelantó que se asignarán 186 millones de pesos adicionales para «ayudar a urbanizar barrios obreros». «No estoy haciendo nada especial, es lo que debe hacer un presidente: estar al lado de un argentino cuando sufre», aseguró.
A las 12 y cuarto de la madrugada del martes había sonado el teléfono del Presidente. Era el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, quien le informaba que en San Juan había ocurrido el peor sismo de la historia desde 1977. «Inmediatamente le pedí que se comunicase con el gobernador, Sergio Uñac, y cerca de la una de la madrugada Wado me informó que no había víctimas fatales, pero sí daños materiales que aún no se podían cuantificar», recordó Fernández.
Cuando se despertó, cerca de las siete, su primer pensamiento fue lo que ocurría en San Juan y por eso llamó de inmediato a Uñac, contó Fernández. El gobernador le envió distintas fotos en las que se veían las paredes de las casas de adobe destruidas y la ruta 40 con una gran grieta que la atravesaba. Fue entonces que el Presidente decidió reprogramar su agenda y dirigirse a San Juan, en lugar de ir a Chilecito, como estaba previsto. A las 14.30 llegó con su comitiva al aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento de la capital sanjuanina. Los ministros, mientras tanto, lo esperaron en Chilecito, hacia donde se dirigió ya sobre el fin de la tarde el Presidente, para encabezar la reunión de gabinete federal.
«Vine hasta aquí para estar con los últimos: con los que sufren en Rivadavia, en Caucete, en Pocitos, en Santa Lucía y en Sarmiento, que son los municipios más afectados por este terremoto. Sepan que estoy asumiendo un compromiso con cada uno de ustedes y que no están solos. Junto a Sergio vamos a trabajar rápido para que puedan superar el martirio que vivieron ayer y hoy», prometió el Presidente ya en tierras sanjuaninas.
Fue entonces que anunció que le solicitó al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, que se active una parte de lo que le corresponde a la provincia por el plan nacional Casa Propia-Construir Futuro, de 120 mil viviendas. De ese modo comenzarán en San Juan la construcción de las 1.800 casas. «Los recursos estarán disponibles a partir de este miércoles, porque es un tramite administrativo rápido», aseguró. Luego, indicó que «esa gente, a la que se le vino el techo encima, tiene el derecho de que eso no le vuelva a pasar. El esfuerzo para que tengan un lugar digno para vivir lo debemos hacer gustosos y quiero concretarlo».
Durante la conferencia de prensa que el mandatario sostuvo junto a Uñac, Fernández comparó el terremoto actual con los ocurridos en 1944 y 1977, que fueron de magnitudes similares. En ese sentido, destacó que en este caso no hubo víctimas fatales. «San Juan aprendió y construyó una provincia antisísmica y eso es mérito de ustedes. En medio de tanto dolor, tienen que tener la enorme alegría de que con el correr de los años fueron estrictos y gracias a las construcciones antisísmicas no hubo víctimas. Esta es una prueba de fuego triste y dolorosa que han pasado, y tienen que estar orgullosos«, señaló.
Uñac, a su turno, destacó que la visita del presidente “tiene un valor en sí mismo», ya que, si bien hubo sismos similares en distintas ocasiones, «sólo dos veces un presidente vino luego de un terremoto a ver la situación y hacerse cargo de los daños que nos dejó en el espíritu», recordó en referencia a la histórica visita de Juan Domingo Perón. «Gracias, Alberto, por estar acá», dijo emocionado. «Lleváte la imagen de esas mujeres que decían que estaban orgullosas de ser parte de esta provincia, con sus cosas a favor y sus cosas en contra. Que están orgullosas de pertenecer a este movimiento que vos liderás y que vino a poner la cara en el momento más difícil”.
Consultado por los medios locales acerca de qué se llevaba de la provincia luego de recorrer las zonas más afectadas por la catástrofe natural, el Presidente contestó que «encontrarte con gente que necesita tanto genera sensaciones encontradas. Primero surge la sensación de injusticia y uno se pregunta, ‘¿por qué les toca padecer esto?’ Segundo, aparece la obligación moral: yo abracé la política para que esto no ocurra«. «La gente es muy generosa conmigo y quiero devolverlo», puntualizó el mandatario.
Durante el recorrido por las zonas afectadas, Fernández incluyó la visita a Rivadavia, cuyo intendente pertenece al Frente con Vos, expresión local de Cambiemos. «Fui a una intendencia opositoria, y eso no me importa porque es un lugar donde viven argentinos y esa es mi obligación», afirmó. En ese marco dio un mensaje de unidad: «quisiera que no me tenga que topar tantas veces con esa Argentina injusta que se ha construido y que, de una vez por todas, veamos la importancia de estar unidos. Porque mientras nos encerramos en debates superfluos, toda esa gente sufre muchísimo». «En momentos difíciles como los que estamos atravesando todos los sanjuaninos, debemos trabajar juntos, sin importar el color político. Gracias Señor Presidente por conocer la realidad de los asentamientos Pellegrini y La Paz, y por la solución habitacional para los rivadavienses», devolvió gentilezas el intendente, Fabián Martín, en su cuenta de Facebook, tras acompañar el recorrido.
El mandatario comentó que conversó con los funcionarios provinciales para que realicen un censo rápido a fin de ubicar a las familias más dañadas por el terremoto, y comenzar rápidamente a reparar sus casas hasta que se puedan mudar a las nuevas viviendas que aún hay que construir. Con respecto a los tiempos, detalló que «eso no depende de uno, pero quédense tranquilos porque les aseguro que el gobernador y yo queremos que esas casas estén cuanto antes«. «Me llevo un montón de obligaciones porque les prometí ocuparme del tema y para mí la palabra vale mucho. Si empeñé mi palabra, tengo que cumplirla», concluyó.
Fuente: Página/12
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