En plena pandemia, a las puertas del inicio de las negociaciones con el Fondo Monetario (FMI) y luego de semanas de medidas y tensiones cambiarias, el Gobierno Nacional decidió retomar la agenda política y económica con el relanzamiento del Pacto Social tripartito, una idea que el presidente Alberto Fernández planteó como un hito inicial de gestión cuando la COVID sólo aparecía como una enfermedad encapsulada en oriente.
Sin estridencias ni anuncios, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, definió que la reunión del Gabinete Económico sea el escenario en el que empresarios, sindicatos y movimientos sociales confluyan en el debate de los temas que se pospusieron por la pandemia, con el eje en clarificar cómo se llegará a la reactivación económica. Una dinámica que, según supo Página I12, el Gobierno busca continuar. Ante la inminencia de la visita del FMI, también hubo un fuerte llamamiento a acompañar las negociaciones y dejar en claro que cualquier programa y acuerdo se hará priorizando el desarrollo del modelo económico y social del país.
En una mesa cuadrada se sentaron además el ministro de Economía, Martín Guzmán, el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el ministro de Trabajo, Claudio Moroni; el director por el Cono Sur del FMI, Sergio Chodos; y los titulares del Banco Central, Miguel Pesce; de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y del Banco Nación, Eduardo Hecker. Por los sindicatos, un pleno de la CGT con Héctor Daer a la cabeza, más José Luis Lingeri (Aguas), Carlos Acuña (Estacioneros), Antonio Caló (UOM), Armando Cavalieri (Comercio), Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA).
Completaron la plantilla un grupo de dirigentes empresarios variopinto y con peso específico. Los titulares de la Asociación de Bancos de la Argentina (ADEBA), Javier Bolzico; y de la Asociación de Bancos Argentina (ABA), Claudio Cesario; el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo y la vicepresidenta, Carolina Castro; y los titulares de la Cámara de la Construcción, Iván Szczech; y del Consejo Agroindustrial, José Martins. Por la CTA, Hugo Yasky, Edgardo Llano, Daniel Catalano y Roberto Baradel: más Esteban Castro, de CTEP.
La foto es un símbolo del retorno del Gobierno a sus bases: una construcción del poder con patas en todos los sectores de poder, con el Estado como el articulador de voluntades y ejecutor de la política. “A cada uno de nosotros nos tocó gestionar en este momento histórico de la pandemia, y la única forma de hacerlo de manera exitosa es trabajando entre todos. Tenemos diferencias, pero también entendemos que las tenemos que resolver sentados en la misma mesa, discutiendo lo que tengamos que discutir, pero nunca renunciando al diálogo”, fue la frase inicial de Cafiero.
Luego vino un detalle de las medidas de Kulfas, más una exposición detallada de Guzmán sobre los acuerdos logrados en materia de deuda y la visita que el FMI hará desde hoy. Fue este el corazón de la reunión. “Con el FMI lo que buscamos buscamos es un programa que ayude a la Argentina. Este es un proceso que importa e importa para la sociedad en su conjunto porque hace a la cuestión macroeconómica, la estabilidad y generación de empleo”, dijo el ministro. Y agregó que “queremos contarles e involucrarlos a todos ustedes para trabajar de forma articulada en este proceso”.
Esta última afirmación no es azarosa. Esta semana, los directivos del FMI también mantendrán encuentros con dirigentes empresarios y sindicales, y la idea fue aglutinar las voluntades y la línea de lo que el gobierno pretende en el marco de la negociación. “Queremos un programa distinto al stand by anterior acordado en 2018 que nos permita transitar el camino de la recuperación económica y hacerlo de manera sostenible, generando un ambiente propicio para las inversiones, con más trabajo. Insistimos en que esto es una tarea colectiva”, detalló Guzmán.
Inflación y salarios también estuvo en agenda. Mientras ocurría la reunión, el presidente Fernández charló de la cuestión y otros datos con el CEO de Molinos, Luis Pérez Companc. En Casa Rosada, Daer trajo el tema vinculado a salarios. “Las paritarias son el diálogo social primario por excelencia porque estamos obligados a mirar la realidad de nuestros compañeros y de las empresas que tienen que seguir funcionando”. Por su parte, Acevedo admitió que “cualquier empresario sabe que hay una caída del poder adquisitivo, pero también hay una pandemia que nos está haciendo tener unos costos enormes”. Y concluyó que “vamos a tener que discutir sector por sector».
Fuente: Página/12
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