Mientras los familiares llevaban meses de desesperación y búsqueda por la desaparición del submarino ARA San Juan, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se dedicaba a espiarlos. La vigilancia sobre las familias de los 44 tripulantes tenía un objetivo concreto: que sus reclamos no alteraran la calma del entonces presidente Mauricio Macri. Así lo muestran distintos partes de inteligencia que fueron encontrados en la delegación Mar del Plata de la AFI y que ya fueron presentados ante la justicia por la interventora Cristina Caamaño en una nueva denuncia que muestra que el espionaje en la era Macri no reconocía límite ni dolor alguno.
Para muchos de los familiares del ARA San Juan no fue más que una comprobación de lo que sabían. Teléfonos celulares que se recalentaban cuando no estaban en uso, mensajes que aparecían leídos sin que así el dueño del celular siquiera posara su mirada sobre el aparato, seguimientos y una sensación eterna de estar siempre detrás de lo que las autoridades macristas iban a decirles. No era anticipación política, era espionaje. Así quedó claro con la denuncia que la interventora Caamaño presentó ante la justicia federal de Mar del Plata.
“No estábamos hablando ni de terroristas ni de crimen organizado, sino de un grupo de familiares que estaba tratando de buscar a los familiares que quedaron atrapados en el submarino ARA San Juan, o sea que resulta perverso este espionaje”, dijo Caamaño, después de presentar la denuncia, en una conferencia de prensa que brindó desde Casa de Gobierno junto con el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
“En lugar de contener y lograr apoyar el reclamo, por parte de los familiares, los investigaron, lo cual muestra una cabeza absolutamente perversa para haber tomado una decisión de esas características”, apuntó Rossi, por su parte.
Esa cabeza absolutamente perversa de la que habló Rossi fue, según la denuncia de Caamaño, la del propio Macri. La interventora pidió su indagatoria junto con las de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, los dos responsables máximos de la AFI que ya llevan más de media docena de denuncias por espionaje ilegal o administración fraudulenta en su haber. La novedad ahora es que también fue denunciado el director de Reunión Interior, una dependencia de la exSIDE dedicada a recolectar información desde las provincias, y el jefe de la delegación marplatense de la AFI, donde fueron encontradas las pruebas del espionaje contra los familiares de los tripulantes del ARA San Juan.
Espiar para tranquilidad de Macri
Todo indica que el principal interés de la AFI era mantener al entonces presidente bien informado de la actividad que realizaban los familiares y anticiparse a posibles reclamos. Son, al menos, tres los partes de inteligencia que fueron hallados y que muestran con claridad que el espionaje estaba enfocado a que Macri no pasara sobresaltos en sus encuentros con los familiares que demandaban respuestas del gobierno frente a la desaparición en el océano de sus seres queridos.
* El 6 de febrero de 2018, Macri recibió a los familiares del ARA San Juan en la Casa Rosada. Pero tres días antes los espías marplatenses enviaron un parte de inteligencia detallando cuáles eran los reclamos y quiénes iban a verbalizarlos.
* A la semana siguiente de esa reunión, Macri y los principales dirigentes de Cambiemos organizaron un retiro espiritual en Chapadmalal. La filial Mar del Plata de la AFI informó a la central el 10 de febrero sobre posibles reclamos o protestas de las familias de los tripulantes del ARA San Juan.
* Para la Semana Santa de ese año, Macri se hizo una escapada a Mar del Plata, donde pudo darle rienda suelta a su pasión por el golf. El 2 de abril, para cuando tenía previsto encabezar un homenaje a los caídos en Malvinas, la AFI Mar del Plata volvió a enviar un parte sobre posibles demandas de los familiares del submarino desaparecido.
La investigación
Caamaño presentó la denuncia ante la fiscalía federal que está a cargo de Daniel Adler. El fiscal lo puso en conocimiento del juez Santiago Inchausti, quien ayer mismo decidió que la pesquisa siga en manos del representante del Ministerio Público. En la fiscalía evaluaban una serie de medidas para impulsar la investigación.
La prueba es numerosa, confirmaron fuentes judiciales. Los informes muestran que a la AFI macrista le interesaba tanto anticipar posibles reclamos como informar cada actividad que realizaban los familiares de los tripulantes. Entre la información rescatada de tres discos rígidos, había seguimientos en la vía pública, en manifestaciones e incluso en misas que se hicieron para pedir por la aparición del buque.
Son, en general, partes de inteligencia que se hacían en Mar del Plata y se giraban a la dirección de Reunión Interior. La información corresponde en su mayoría a seguimientos realizados entre enero y junio de 2018, meses antes de que lograra localizarse al submarino hundido. Hay registros fotográficos de la vigilia de las familias en la Base Naval de Mar del Plata, así como presentaciones ante el Concejo Deliberante y manifestaciones frente al monumento al General San Martín, a metros de la Catedral de Mar del Plata. Los partes muestran que también perseguían a familiares del buque pesquero Rigel, hundido a metros de Rawson, en 2018.
Caamaño explicó que no estaban buscando datos sobre el posible espionaje a los familiares del ARA San Juan, sino que se toparon con los partes de inteligencia cuando relevaban los discos rígidos a pedido del juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, que investiga la conexión entre la AFI macrista y el falso abogado Marcelo D’ Alessio. Ramos Padilla pidió información a todas las delegaciones de la AFI que funcionaban en Buenos Aires, incluidas las seis del extinto Proyecto AMBA que estaba en manos del abogado Pablo Pinamonti, uno de los pesos pesados de la dirección de Asuntos Jurídicos de la AFI.
Desde la intervención dicen que ésta es la información disponible por ahora, no descartan que surjan nuevos indicios. «Nosotros nos vamos a constituir como querellantes», dijo a este diario Luis Tagliapietra, padre de un submarinista y abogado patrocinante de otras de las familias. Lo mismo confirmó su colega Valeria Carreras, que representa a otras de las familias de los 44.
Fuente: Página/12
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