23 noviembre, 2024

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Los especialistas piden extremar los cuidados en las reuniones afectivas

Los últimos casos detectados en Rosario están relacionados con encuentros sociales. Hay seis personas contagiadas y otras 20 aisladas.

En espacios ventilados o al aire libre, sin reunir a más de diez personas ni compartir cubiertos y, sobre todo, manteniendo la distancia entre los invitados. Infectólogos y epidemiólogos insisten con respetar a rajatabla estos cuidados durante las reuniones familiares o entre amigos, sobre todo en esta etapa de la pandemia, cuando los casos de Covid-19 empiezan a crecer. En Rosario se está investigando actualmente un grupo de contagios («cluster») relacionados a partir de encuentros sociales. Desde el Ministerio de Salud de la provincia volvieron ayer a pedir «compromiso y solidaridad» a la población para evitar volver a fases anteriores de aislamiento.

 

La ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, subrayó ayer que «preocupa» el aumento de contagios y los relacionó con la posibilidad de que se hayan «relajado» algunas medidas de prevención. En Santa Fe no existe circulación comunitaria del virus. Todos los casos registrados en las últimas dos semanas tienen nexo epidemiológico con personas que por su actividad laboral estuvieron fuera de la provincia, la mayoría en Buenos Aires.

Cuidar lo logrado

Desde el municipio se insistió también en la necesidad de «cuidar lo logrado» y ser prudentes en los encuentros afectivos. La advertencia esta relacionada con los últimos casos detectados: hay un grupo de contagios entre quienes participaron de reuniones sociales y unas 20 personas cumpliendo con estricto aislamiento por este motivo. La primera consulta médica la hizo un hombre que, por cuestiones laborales, había viajado a Buenos Aires. Tras diagnosticarle la enfermedad, otros familiares y contactos con quienes había compartido estos encuentros también tuvieron test positivos.

La situación no es nueva ni tampoco inesperada. «Está demostrado que uno de los lugares principales de contagio son los cluster o las reuniones familiares o con amigos, cuando en estos espacios no se ha tomado en cuenta el distanciamiento, el uso de tapabocas, no compartir el mate o los vasos», señaló Andrea Uboldi, médica pediatra, infectóloga, ex ministra de Salud y una de las expertas que integra el gabinete de asesores convocados por la actual gestión provincial para atender la pandemia.

Según destacó, de acuerdo a la situación epidemiológica de la ciudad, «es importante comprender que todavía no estamos en una etapa de seguridad, porque el pico de la concentración de casos aún no se ha presentado, por lo tanto la flexibilización de todas las actividades tiene que ser tomada con mucha responsabilidad». Así, explicó que «cuando nos reunimos incrementamos el riesgo de posibilidades de contagio, pero se disminuye ese riesgo si conocemos a las personas con quienes nos encontramos. Y, en lo personal, yo no recomendaría que participen de esas reuniones personas mayores de 70 años, que tienen problemas de salud crónicos o que por su profesión estén expuestas a mayor riesgo, sobre todo si entran y salen de la provincia».

No estirar los límites

«En relación a la epidemia, no estamos atravesando un momento en que podamos relajarnos», apuntó Damián Lerman, médico infectólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. «Si nos reunimos con toda la familia, nos besamos, nos abrazamos y hacemos una picadita, el virus pasa como pancho por su casa», aseguró.

Por eso, pidió ser conscientes «de que seguimos en una etapa donde es necesario el distanciamiento social, donde las reuniones familiares tienen que ser limitadas en la cantidad de personas, en ambientes ventilados, sentándonos a un metro y medio de otra persona, sin compartir utensilios o vasos y cuidando mucho a los adultos mayores. Hay que evitar la cercanía física, hacer pasar el afecto por otro lado que no sea el físico», remarcó el especialista.

Lerman no desconoció los efectos subjetivos de la cuarentena que están afectando a gran parte de la población.

«Estamos muy cansados, tenemos ganas de reunirnos, necesitamos a los otros. Pero hay que hacerlo de la mejor forma posible. Todos sabemos las precauciones que hay que tomar, pero intentamos estirar los límites al máximo que podemos y eso nos puede jugar en contra», apuntó.

Fuente: La Capital, martes 23 de junio de 2020