LAS CHANCES DE OMAR PEROTTI

Por El Pingüino

 En su edición del domingo 17 La Capital publicó una extensa entrevista a Omar Perotti, candidato a gobernador del FPV. Dijo: “Sin duda, hay mucho más clima electoral y mucha más preocupación sobre lo que pasará el 14 de junio; se nota en las discusiones y opiniones con la gente, las consultas que nos hacen en distintos niveles (…)

Esto es saludable porque la sociedad exige definiciones en los temas que son sus principales preocupaciones. Ojalá este mes que resta hasta las generales permita dar esa discusión en cada barrio, cada club, cada fábrica (…) La amplia presencia territorial del Frente justicialista es su gran fortaleza porque la sumatoria es muy superior a la del candidato a gobernador más votado, y en eso estamos trabajando, porque vamos a gobernar descentralizadamente junto a cada intendente y presidente de comuna (…) el verdadero voto útil es para acompañar al que tenga la mejor propuesta para Santa Fe, el que esté mejor preparado para gobernar; por allí pasa el verdadero voto útil. Y la decisión del santafesino va a ser inteligente. Lejos quedó el intento de polarizar; esto se define entre tres, y nosotros vamos a conducir el cambio en Santa Fe. Creemos que lo que hay que conducir es el cambio de una mala gestión, que no le ha dado seguridad a la provincia (…) Nosotros estamos convencidos de que tenemos la capacidad de liderar a una provincia. Y los equipos toman valor cuando el que lidera tiene decisión, temple y se enriquece con cada uno de los equipos. Los santafesinos deben tener claro que el que va a gobernar es Omar Perotti, Santa Fe no elige delegados, elige gobernador de la provincia (…) Si alguien tiene posturas públicas de marcadas diferencias con el manejo del socialismo en el tema seguridad he sido yo, y no de ahora sino desde siempre (…) para que los santafesinos tengan seguridad lo que claramente se nota es la falta de conducción de la policía y su retraso para enfrentar el delito. El gobierno socialista va muy por detrás de los acontecimientos, y para modificar eso me parece necesario generar ciertas condiciones. Sentimos que cada vez que recorremos un barrio la gente reclama seguridad (…) hay que ordenar Santa Fe, porque sin orden no se pueden asegurar las libertades. En nuestra gestión el gobernador no va a estar alejado de la fuerza policial, pero va a marcar una clara línea divisoria entre los que se disfrazan de policías y los que ponen su vida en juego para defender a los santafesinos”.

Difícil no coincidir con estas reflexiones de Perotti. La provincia tiene serios problemas, particularmente en el área de seguridad. La sociedad está atemorizada, angustiada, no sabe a ciencia cierta si mañana mismo no será víctima de la inseguridad. Para colmo, el narcotráfico llegó para quedarse lo que constituye un serio riesgo para la seguridad y libertad individuales. Frente a este inquietante panorama, el socialismo gobernante ha dado muestras de una ineficacia realmente alarmante. Cuesta entender, por ejemplo, cómo fue designado en las más altas esferas de la policía un uniformado que hace tres años está preso por corrupción y vínculos con los narcos. Santa Fe necesita urgentemente que el próximo gobernador sea idóneo, es decir, esté capacitado para gobernar. De los principales candidatos Perotti ha demostrado ser el más capaz. En eficiencia en el ejercicio del poder el ex intendente de Rafaela supera con creces a su ex colega Miguel Lifschitz, quien dejó a Rosario en condiciones bastante precarias, lo que quizá permita entender la reciente debacle electoral de su sucesora, Mónica Fein. Ni qué hablar si se lo compara con Miguel del Sel, quien carece de experiencia en este terreno. Sin embargo, Perotti marcha tercero en las encuestas y todo indica que deberá remar bastante contra la corriente si pretende ganar la elección. ¿Ello significa que la sociedad no valora al candidato preparado? Creo que sí lo hace pero en el caso particular de Perotti me parece que un importante sector del electorado lo asocia con el gobierno nacional, aunque él no es, precisamente, un kirchnerista puro. En consecuencia, le costará bastante perforar el piso del 22% que sacaron en su momento Rossi y Obeid. No tanto Cristina pero sí el kirchnerismo, y fundamentalmente la figura de Agustín Rossi, tienen una imagen bastante negativa en la Bota, fundamentalmente en el centro y norte de la provincia, donde domina el reutemismo. Perotti tiene delante suyo una tarea ciclópea: romper la polarización que se pretende instalar entre Lifschitz y Del Sel.  Las PASO demostraron que el ex Midachi es un hueso duro de roer y que Lifschitz ha demostrado que le falta carisma. Detrás del actor cómico se ha encolumnado el peronismo reutemista que considera al peronismo rossista (no precisamente a Perotti) un enemigo mortal. Y cuando en política se instala la antinomia amigo-enemigo el panorama se complica sobremanera para el que es considerado enemigo, sobretodo si es menos poderoso electoralmente hablando que el que lo considera como tal.

Nadie duda que Santa Fe está atravesando un momento delicado. El socialismo, luego de ochos años de gobierno, fracasó. Del Sel es una incógnita aunque en función de sus declaraciones y de su preparación técnica, su llegada al poder sería una invitación al desastre. Sólo queda Omar Perotti, el más preparado de los tres para ser gobernante, pero que debe soportar sobre sus espaldas el peso de una mochila muy pesada: la del kirchnerismo.

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