Horacio Ghirardi (Frente Progresista), Gabriel Chumpitaz (PRO), Eduardo Toniolli (Justicialista Para la Victoria) y Osvaldo Miatello (Frente Renovador) pusieron énfasis en la seguridad y el transporte público.
Los cuatro candidatos a concejal más votados en las primarias del 19 de abril pasado protagonizaron ayer un intenso debate de cara a las generales. Horacio Ghirardi (Frente Progresista, FPCyS), Gabriel Chumpitaz (PRO), Eduardo Toniolli (Frente Justicialista para la Victoria, FJpV) y Osvaldo Miatello (Frente Renovador) cruzaron propuestas en un marco de respeto, pero en el que no faltaron chispazos.
«Vamos a ponerle énfasis a la seguridad ciudadana pero desde una óptica abierta, progresista, democrática. Ponemos fuerza en políticas sociales, educativas. Enfocadas para los chicos de los barrios más vulnerables, que ni trabajan ni estudian», señaló Ghirardi, el candidato oficialista, al inicio de debate convocado por el programa político En Profundidad, de Canal 4 de Cablehogar.
«Hay que poner todo el esfuerzo, acompañado a los gobierno. También hay que trabajar en la reestructuración de la policía y la Justicia, que está teniendo muy buenos resultados en la provincia de Santa Fe. Y hay que trabajar en la policía de cercanía», amplió el edil socialista.
A su turno, el candidato del PRO dijo que su propuesta no es sólo para el Concejo «sino de interrelación con el Ejecutivo en la futura Intendencia de Anita Martínez».
«El 80 por ciento de nuestras acciones tiene que ver con la seguridad, apuntamos a cuadros políticos en la materia», dijo. Según Chumpitaz, tiene que haber profesionalización y estandarización a la hora de diagramar el esquema. «No aceptamos que un funcionario esté en Parques y Paseos, luego en Cultura, después en Salud, luego en Seguridad y, finalmente, vuelva a Parque y Paseos», atacó.
Miatello se diferenció de los dos competidores que lo precedieron en el uso de la palabra y puso los ejes en el municipio y en cuestiones de presupuesto.
«Los cuatro que estamos acá queremos ser concejales, no gobernadores ni intendentes. Lo que propongamos tiene que estar en el marco de nuestra competencia. Y todo lo que se diga en materia de seguridad tiene que estar volcado en el presupuesto, donde tenemos los ediles facultades casi excluyentes. Todo lo que no esté reflejado allí es verso», apostrofó el actual edil peronista.
En esa línea, agregó como ejemplo que lo que está destinado en el presupuesto «en materia de tratamiento de adicciones es el 0,03 por ciento», esto es, un millón setecientos mil pesos por año. «Esa cifra representa diez veces menos de lo que costó la remodelación de la plaza San Martín, que sale 17 millones. Hay que generar políticas de inclusión reales», levantó el tono.
A su turno, Toniolli buscó diferenciarse de las ponencias anteriores: «Rosario es una ciudad de contrastes. Hoy tenemos 50 mil unidades habitacionales vacías y 250 mil personas que viven en situaciones infrahumanas. La tasa de desocupación más alta del país, la de homicidios más. El que puede corregir eso es el Estado». El candidato del kirchnerismo a ocupar una banca en el Palacio Vasallo se alineó con las políticas nacionales al promocionar la recuperación de una Rosario productiva, del empleo y de la obra pública.
Al rojo vivo. A la hora de que el debate transite por cuestiones vinculadas al transporte público y al contexto que rodea el funcionamiento del tren Rosario-Buenos Aires -ampliamente reivindicado por Toniolli-, Ghirardi metió una estocada recordando a Carlos Menem.
«Quien desmanteló el sistema ferroviario, que era el mejor de América latina, fue el representante del Partido Justicialista: ramal que para, ramal que cierra. Ahora intentan revertir eso, pero va a costar mucho. Por eso la provincia impulsa la Unidad de Gestión Ferroviaria para recuperar los trenes de cercanía, que compite contra el que hay que competir, el automóvil particular», precisó.
Toniolli recogió el guante y descargó munición gruesa contra el candidato socialista. «La decisión de recuperar el tren es parte de un proyecto político nacional que decidió recuperar el Estado, que efectivamente fue destruido en la década del 90 con los gobiernos del menemismo y de la Alianza, que integró el socialismo en su momento. Con todo lo que conocemos y que derivó en diciembre de 2001», arremetió.
Chumpitaz aportó la visión del macrismo local para la cuestión del transporte al sostener que en las visitas a los barrios se quejan por el servicio. «El índice de motorización de Rosario es superior a muchas ciudades de América latina. Hay baja de pasajeros por la mala calidad de servicio, en seis años bajaron 25 millones de pasajeros en el transporte urbano. Proponemos un plan de seguridad sustentable, que incluye un nuevo pliego de licitación que tenga como primer punto la calidad del servicio», indicó.
Luego de que Ghirardi resaltara las mejoras en el servicio urbano durante los últimos años de la gestión de Mónica Fein, Miatello manifestó que el problema central es la falta de inversión.
«La discusión que se debe dar en el Concejo es de dónde van a salir esos recursos. Y falta la pata provincial en este tema», aseveró.
Durante casi tres bloques, los candidatos se columpiaron entre el menú de propuestas y las críticas de rigor, pero siempre sin salirse del libreto del buen gusto.
FUENTE: LA CAPITAL
Más historias
El tren volvió a 79 localidades por las que no pasaba: 3 millones de personas conectadas
Elecciones en Rosario: los barrios que le dieron la victoria a Pablo Javkin y los de Juan Monteverde
«La escuela pública es una fábrica de futuro»