Tras las Paso, Del Sel, Lifschitz y Perotti salen a cazar votos para mejorar sus posibilidades en las elecciones generales.
Pasaron las primarias y los principales candidatos que quedaron en carrera para la gobernación ya empezaron a pulir sus estrategias de campaña. El vencedor de las Paso, Miguel Torres del Sel (PRO), lanzó sus primeros guiños dirigidos a peronistas y radicales; el candidato del Frente Progresista, Miguel Lifschitz, confía en mejorar sus números y en retener los votos de su rival Mario Barletta (UCR); el justicialista Omar Perotti, que quedó tercero, piensa que aún tiene chances y ya salió a rechazar la idea de una polarización, en junio, entre los dos Migueles.
En su primera aparición como el más votado de las Paso, Del Sel combinó referencias futboleras con críticas a las políticas de seguridad del gobierno de Antonio Bonfatti.
Dijo que los narcos se van a tener que ir de la provincia y que su triunfo ante los candidatos del oficialismo y del PJ fue “como ganarle a Newell’s y a Central”. En paralelo, su compañero de fórmula, el concejal Jorge Boasso, hizo un llamado a los radicales descontentos con la gestión del Frente Progresista.
Del Sel sabe que tiene que crecer en votos para poder imponerse en las generales del 14 de junio. Sus primeras palabras apuntaron al gran electorado: “Lo que hicimos fue una patriada dificilísima, contra dos estructuras muy potentes. Nunca se imaginó el socialismo que le íbamos a ganar a sus dos candidatos juntos (en referencia a Lifschitz y Barletta)”.
Y comparó: “Me tocó ganarle a Newell’s y a Rosario Central juntos, con un Unión que venía muy de abajo”.
Apenas conocidos los resultados del domingo, el líder del PRO se mostró entusiasmado de cara a las generales. “El peronismo me va a acompañar”, deslizó Del Sel. Horas más tarde, su candidato a vice, Boasso, se lanzó de lleno en busca del voto radical: “Muchos de los que votaron a Barletta nos van a acompañar en junio”. Según el edil radical, el resultado de las primarias “superó las expectativas” del PRO.
“Muchísimos de los que votaron a Barletta nos van a acompañar en junio”, agregó Boasso. “Nosotros no competíamos con otra lista, obtuvimos mayor cantidad de votos que la sumatoria de las dos listas del Frente Progresista, una liderada por Miguel Lifschitz, ex intendente de Rosario, y la lista de mi amigo Mario Barletta”.
El candidato a vicegobernador del PRO continuó: “Sabíamos que íbamos a tener una muy buena elección, que había muchas posibilidades de ganarle la lista de Lifschitz, pero estaba abierto si podíamos lograr más votos que las dos listas que tenían internas”, algo que finalmente ocurrió por cinco mil votos de diferencia (un 0,4 por ciento del padrón).
“Escenario parecido a 2011”
Para el socialista Lifschitz, nada está perdido. El candidato del oficialismo opinó que tras las Paso “quedó un escenario parecido al de 2011”, cuando Bonfatti se impuso a Del Sel en las generales por 60 mil votos (unos tres puntos porcentuales). El ex intendente explicó que su baja performance se debió al alto nivel de desconocimiento que aún tiene fuera de Rosario: “Me llevó tiempo instalarme, pero creceremos”, confió el senador provincial.
El ganador de la interna para gobernador del Frente Progresista interpretó que el domingo “hubo un respaldo al gobernador Bonfatti”, quien se impuso con comodidad en la categoría de diputados provinciales, pero admitió que le llevó “tiempo” instalarse como candidato. Para revertir los números, Lifschitz confía en redoblar las recorridas por la provincia junto a Bonfatti, pero a la vez reconoció que deberá “repensar” la estrategia de campaña de cara a las generales.
“Ahora encaramos una campaña distinta –indicó el ex intendente– con una elección que se va a polarizar claramente y en donde nosotros no solamente vamos a ir en la búsqueda de consolidar el voto más consistente y tradicional del Frente Progresista, sino también en la búsqueda de otros votantes”.
Por los números registrados el domingo, a Lifschitz no le alcanzará en junio sólo con retener los votos de Barletta: deberá sumar sufragios de otros sectores si pretende pelearle mano a mano a Del Sel.
Como su rival del PRO, el socialista ya se puso en campaña para mejorar sus números.
“El 32 por ciento de Miguel del Sel puede ser voto bronca o anti-política. Hay un amplio sector polarizado que va a tomar partido por nuestra posición. Tenemos una buena base para las elecciones definitivas”, señaló el senador rosarino.
De todos modos, Lifschitz hizo una primera autocrítica: “Somos conscientes que hemos bajado una cantidad importante de votos en Rosario que tradicionalmente nos han acompañado y ahora trataremos de recuperarlos. Esta fue una primaria abierta y nosotros entendemos que en estas instancias se vota con más libertad, con más independencia de criterio, pero ahora vamos a elegir gobernador y los santafesinos tenemos que pensar qué proyecto queremos para los próximos cuatro años”.
“Mucho para crecer”
El justicialista Perotti negó que la elección haya quedado polarizada entre Del Sel y Lifschitz y dijo estar confiado en poder incrementar su caudal de votos de cara a las generales. “Hemos alcanzado el objetivo de 20 puntos que nos habíamos planteado y estamos confiados en poder incrementar ese caudal de aquí a las elecciones del 14 de junio”, dijo ayer el rafaelino. “Tenemos mucho para crecer todavía, el porcentaje de votantes ha sido de los más bajos (65 por ciento a nivel provincial) y todavía hay un 30 por ciento de santafesinos que no me conoce, que ahora verá que hay otra opción en las generales”, explicó Perotti.
Igual que Del Sel, el candidato del PJ rechazó la idea de que Lifschitz sume en forma automática todos los votos de Barletta (casi 140 mil). Y rechazó que la elección esté polarizada entre el socialismo y el PRO: “Las dos últimas ediciones de las Paso las ganó el peronismo y después no ganó las elecciones porque no todos los votos fueron para el ganador. Nadie puede sumarse linealmente los votos de otros, hay alta volatilidad”.
“Quedamos tres candidatos y la gente tiene que elegir entre esos tres”, añadió el diputado nacional del Frente para la Victoria. “No hay polarización; Lifschitz sacó los mismos votos que yo”. En rigor, el rosarino quedó nueve mil votos por encima del rafaelino: 336 mil contra 327 mil. “Todavía hay márgenes para crecer”, cerró Perotti.
Muy lejos de los tres primeros candidatos, el ganador de la interna del Frente Renovador, Oscar Martínez, también sigue en carrera: el “Cachi” obtuvo 63 mil votos y, sumados los de su rival Eduardo Buzzi, el massismo hizo una discreta elección en la provincial con algo más de 115 mil sufragios.
“No hay nada cerrado”, aseguró Bonfatti
El gobernador Antonio Bonfatti hizo una evaluación de los resultados del domingo: remarcó que hubo un alto nivel de ausentismo (35 por ciento del padrón) y minimizó la derrota del oficialismo ante el PRO. Según Bonfatti, el Frente Progresista “seguirá gobernando en Rosario y Santa Fe” a partir de diciembre.
“No hay nada cerrado”, fue la primera definición del mandatario provincial, quien señaló a la vez que Lifschitz se vio condicionado por no ser conocido en algunas localidades. “La gente se referencia en personas que suelen ver en los medios, que suelen tener una enorme influencia”, indicó en alusión a Del Sel. “Pasamos una etapa, ahora vienen las generales y estamos confiados que vamos a seguir gobernando; todavía faltan aquellos que no votaron”.
A pesar de los guiños de Boasso y del acuerdo a nivel nacional entre la UCR y el PRO, Bonfatti no cree que los votos de Barletta vayan en forma masiva a Del Sel. Con las primarias ya definidas, el mandatario socialista estimó que el escenario “queda mucho más acotado” y que todos los actores internos del Frente Progresista “vamos a estar acompañando a Miguel Lifschitz”.
“El Frente Progresista no es un armado circunstancial para una contienda electoral. Venimos gobernando desde 1989 con una propuesta que transformó la ciudad. Vamos a dar batallas para ser cada vez mejores en las propuestas”, completó el gobernador.
FUENTE: EL CIUDADANO
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