Miguel Del Sel sostiene que el acompañamiento de los santafesinos a su candidatura «es similar o mayor» que el del 2011, dice estar sorprendido por el «enojo» de la muchos rosarinos con el socialismo.
Miguel Del Sel sostiene que el acompañamiento de los santafesinos a su candidatura «es similar o mayor» que el del 2011, dice estar sorprendido por el «enojo» de la muchos rosarinos con el socialismo y revela que la denuncias de misoginia esconden una campaña en contra suyo.
«Eso pasa porque estamos arriba en las encuestas y a muchos los vuelve loco perder poder», sostiene el precandidato a gobernador del PRO, quien llega a la entrevista con LaCapital acompañado de Jorge Boasso, a quien reivindica como imán para atraer voluntades radicales.
-De acuerdo a sus antecedentes electorales, ¿qué resultado mensura para el próximo domingo?
—El acompañamiento de la gente es similar o mayor que el del 2011, y ahora me acompaña Jorge Boasso como candidato a vicegobernador, Sebastián Pignata en la ciudad de Santa Fe; Anita Martínez, quien tiene más apoyo de la gente de Reutemann, al sumarse, le dio otro volumen al espacio. Son tres años y medio en los que ni un día estuve ausente de los temas de la provincia. Volví a varias localidades varias veces, y siento un acompañamiento de la gente.
-¿Y en el mano a mano qué le dice la gente?
—»Miguel, se viene el cambio, estamos con vos». Me llama mucho la atención algo que no notaba tiempo atrás: el enojo con el socialismo. Después, hay candidatos que representan a un kirchnerismo devaluado, a un gobierno nacional corrupto y mentiroso que se está yendo. Hay personas en el kirchnerismo que dan vergüenza, y creo que la gente los va a dejar últimos.
-¿Y el enojo con el socialismo por qué proviene?
—Está alicaído el socialismo, no supo darles respuestas a la seguridad y al narcotráfico. Durante la recorrida a un barrio en horas de la mañana me llamó la atención que de 60 personas que me saludaron la inmensa mayoría me pedía por la seguridad. «Miguel, hacé algo por la seguridad», «Miguel, me mataron a mi marido», cosas tremendas. Está enojada la gente. Pero además, otro reclamo muy fuerte es por el tema infraestructura, las rutas están peor que hace tres años. La provincia está peor que hace tres años.
-¿Qué haría usted puntualmente respecto de la seguridad?¿Cuál sería su primera decisión?
—La determinación será tomada por el grupo de trabajo que está encargado de eso, al frente de Claudio Zapata y en el que están involucrados abogados y ex jueces, entre otros. Ellos están haciendo un relevamiento de la fuerza policial. El policía tiene que ganar mejor, tiene que estar mucho mejor formado, el ejemplo a seguir es el de Macri con la Metropolitana, y debe tener una mayor logística. Acá en Santa Fe la policía llega dos horas después y no se previene nada. La policía está muy enojada con el socialismo. La policía no está bien manejada por sus propios jefes, ha sufrido un deterioro. Se siguen vendiendo comisarías y hay deterioro. La policía deberá vivir en un barrio policial o entre nosotros, no en una villa. Y uno supone que ha habido connivencia del gobierno con el narcotráfico.
-¿Nota en la campaña que siguen existiendo prejuicios de algún sector de la clase media con usted?
—Sigue igual, aunque en menor medida. Mucha gente siente prejuicios hacia lo que ha sido mi actividad de 32 años. Yo soy un artista que hizo radio, teatro, televisión. Esa fue mi vida, me dediqué a eso. Soy docente, soy profesor de educación física. Mi ventaja ha sido no parar nunca. Muchos creyeron que mi paso por la política era efímero, pero fui candidato a gobernador y fui diputado nacional. Soy como cualquier hijo de vecino, preocupado por la realidad y traté de formarme. Estoy rodeado por más de 400 profesionales que le dan a la fórmula un sólido respaldo técnico y ético que necesitamos para sacar a Santa Fe de la crisis. La gente confía en este «vago» que ganó su plata trabajando y que la invirtió en Santa Fe. Hay que hacer mucho por los pobres, poner en alza la educación, dar trabajo y no planes y aspirar a una provincia mejor.
-¿Cómo repercutió en usted la denuncia por misoginia, cree que eso hará disminuir su caudal electoral?
—No soy lo que quieren hacerle creer a la gente. Lo que hice fue una broma en una fábrica. Por lo mismo que me aplaudían de pie y me premiaban ahora me critican. Están algunos esperando intencionalmente ver qué hago para salir luego a castigarme. Es una cosa intencionada y que me hace daño. Constantemente me están buscando, pero no voy a cambiar. Este soy yo, no soy hipócrita, no miento y no robo. Yo formé una familia, tengo tres hijas y millones de amigos. Nunca nadie me había atacado antes y es fruto de estar en política, pero es política cobarde, estúpida, que hay que cambiar. Lo que hay que hacer es cambiar la sociedad para que en la política no se robe ni se mienta. Son ataques tontos, pero me hacen daño con mis hijas, no se crea que a mí no me afecta ver a mi hija llorando.
-¿Tuvo que padecer esa situación?
—Claro que me ha pasado. Obra de gente tonta que quiere usar eso para sacar un voto. Eso pasa porque estamos arriba en las encuestas y a muchos los vuelve loco perder poder. Hay gente que se desespera por perder el poder y hace cualquier cosa. Mi sello es hacer bromas, abrazar a la gente, besarla, estar de buen humor.
-Cada campaña tiene una denuncia en contra. Son como «delseleadas».
—Sí, son «delseleadas». Pero jamás le hice daño a alguien, se lo aseguro. Yo soy buena gente.
-El socialismo dice que usted representa el «noventismo» que gobernó la provincia en los 90, y hacen foco en Mercier, ex ministro de Hacienda de Reutemann.
—Mi ministro de Economía será Luciano Laspina. Mercier es una persona con una experiencia bárbara, que estuvo con dos gobiernos y que le aporta mucho a jóvenes y empresarios que se han sumado. Esa es la función de Mercier. Si se toman de eso para decir que somos los 90… ¿Qué hacía Binner en los 90? Ya era político y funcionario. Yo hace tres años y medio que estoy en política. ¿Anita es de los 90? ¿Roy López Molina es de los 90? La cantidad de pibas y pibes que se ha sumado al PRO es impresionante. Están hablando tonterías. Ellos son socios de un kirchnerismo corrupto.
-¿El socialismo es socio del kirchnerismo?
—Por supuesto, si acompañaron todas las decisiones del gobierno nacional. Y viene Randazzo y le ofrece a Bonfatti la candidatura a vicepresidente.
-¿El hecho de que Boasso sea su candidato a vice y que la convención de la UCR haya aprobado un frente con Macri le asegura a usted muchos votos radicales en las generales?
—Por supuesto. Boasso aporta un voto radical que lo sigue a él, hay un voto radical que lo sigue a Macri y otro voto radical que me acompaña a mí. La gente toma decisiones por sí sola. Macri cambió la realidad de la ciudad de Buenos Aires del día a la noche. La gente está esperanzada con nosotros. Hay dos caminos: o empapelás las ciudades de la provincia de manera descarada y sin vergüenza o caminás los pueblos y charlas con la gente, como hacemos nosotros. Los santafesinos están cansados y me dicen todo el día en la calle: «Miguel, saquen al socialismo, no los aguantamos más». A mí no me agrada escuchar eso, pero acá estamos, tratando de poder ayudar a cambiar la realidad.
FUENTE: LA CAPITAL
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