Apuntes indispensables para comprender la política santafecina, en especial la del sur provincial: «La próxima intendencia será nuevamente femenina. Repite Mónica (Fein) o triunfa “Anita” (Martínez). Los radicales rosarinos sostienen el ideario socialista desde 1990.».
La política partidaria es buena. La existencia de la política partidaria certifica la vigencia del ciudadano. El que participa pertenece y eso es muy bueno.
Algunas de las actitudes personales, algunas participaciones, además de singulares (todos somos diferentes) construyen interrogantes. Asombrosas biografías. Nada malo; aparentan luces diferentes en mitad de la carretera y el día a día.
Dirigente estudiantil socialista desde los años ’60, delegado al gobierno universitario (demoró su diploma por esa razón) Héctor “Tigre” Cavallero, ex intendente por el PSP, reapareció en la semana del 16 de marzo junto a Cristina Fernández de Kirchner. Socialista, luego neoperonista, compañero de Menem mirando partidos del Mundial, habitual contertulio de autoridades socialistas, con las que se encuentra regularmente, termina candidato a diputado del proyecto K junto a figuras peronistas con pasado muy diferente. Extensa biografía la suya.
Los carteles ofertando al odontólogo Juan Carlos Millet (UCR) como diputado provincial, coronan una carrera que comenzó con el decanato de esa facultad de la UNR, luego el rectorado. Una saga que lo mantiene en diferentes tareas estatales desde 1983. No sigue a Barletta o Lifschitz con vehemencia. Tan previsible como sencilla su biografía. Su ejemplo cunde.
El juego del radicalismo sureño es singular. Después de Usandizaga el imán de votos ha sido Jorge Boasso, hoy candidato a vicegobernador en el PRO. Hay radicales independientes, como Pablo Cribioli, neoalineados como María Eugenia Schmuck. La dupla Barletta/Giustiniani lleva los suyos en aparente oposición a los que se integran con Lifschitz/Fascendini. La elección real depende de eso: que la pelea sea “aparente”.
Cómo logra el radicalismo sureño explicar su alineación con el socialismo es cuestión de texto. Cómo logra explicar su unión con el PRO, de otro texto. La Coalición Cívica (CC: el partido de Carrió) abomina de Macri y es un bracito del FPCyS. No hay texto que explique a Pablo Javkin. Las listas colectoras (varias) lo que terminan confesando es el motivo: un lugar bajo el sol. No puede ser benévola la biografía del radicalismo del sur santafesino.
Las izquierdas hiperprogresistas querrían estar/seguir bajo el paraguas socialista (convicto y confeso de progresismo) un paraguas que también cobija a los kirchneristas, que tienen la concesión del progresismo, pero la única forma de lograr su acera soleada es “independientemente”. La izquierda hiperprogre aplaude tanto al kirchnerismo y usó tanto al socialismo (se usaron) que sólo tiene refugio en la ilusión de un periodismo “libertario y/o liberto”, la Asamblea del año 13 y la comuna de París. No hay nombres fulgurantes. Juntarán 50.000 votos para seguir el relato de la ilusión. La izquierda sureña es una suma de biografías personales dispersas y desenfocadas. La derecha “gorila” (PDP) un lastre del PSP. Inexplicable.
El peronismo real, en el sur, tiene pocos nombres propios: Luis Rubeo y Alejandra Vucasovich, ambos con Perón bajo el brazo en distintos andariveles (Rossi y Reutemann, respectivamente). Diputados provinciales ambos. Marcos Cleri (diputado nacional K) como Alejandro Ramos (funcionario de De Vido) anuncian que están. El peronismo de Región Sur bascula entre cargos provinciales posibles (el peronismo es el 25% real de los votos sureños) y desenfoques de los estrategas del peronismo bonaerense. Ejemplo mayúsculo. Un precandidato a intendente de Rosario pidió y logró que no aparezcan candidatos a gobernador del mismo sector en sus actos (y sus fotos) Eso ya no es biografía peronista, es simplemente cumpleaños familiar.
La próxima intendencia será nuevamente femenina. Repite Mónica (Fein) o triunfa “Anita” (Martínez). Los radicales rosarinos sostienen el ideario socialista desde 1990.
Luis Rubeo, peronista, y Cavallero, socialista, representan un formato. Desde el sur, se advierte que la provincia no cuadra en el esquema de los analistas porteños.
Los peronistas no K se afincaron en el PRO y van por gobernación e intendencia. Roy López Molina (PRO) versus Bonfatti (actual gobernador) y Giustiniani (actual senador nacional) definen el ganador. Allí está el nudo sureño. Los tres luchan por una diputación provincial. En rigor un sub 30 contra dos súper adultos (+50) con muchísimos, muchísimos años de tarea en el Estado.
Ésa es la proyección. PRO y Socialismo suman el 70% de los votos. En “elecciones 2015” agoniza la política del siglo XX.
FUENTE: URGENTE 24.COM
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