Fein va por la reelección y en las internas se enfrentará con Pablo Javkin. El PRO apuesta a Anita Martínez, mientras que el peronismo tiene a Sukerman y Rosúa como candidatos.
La disputa por la intendencia de Rosario ya tiene definida los actores que se enfrentarán el 19 de abril, cuando se realicen las PASO, una fecha que absorberá y condicionará la agenda política en el futuro inmediato, porque se pone en juego la conducción de la ciudad más importante de la provincia, que está en manos del socialismo desde hace más de 25 años.
La intendenta Mónica Fein irá por la reelección, y la presentación formal de su candidatura será mañana en el Patio de la Madera, donde realizará un acto con los militantes de la rosa roja.
En 2011, Fein ganó con comodidad con el 51,5 por ciento de los votos frente al principal contrincante, que en ese momento era Héctor Cavallero del Frente para la Victoria. Luego de dos mandatos de Hermes Binner y de Miguel Lifschitz, el socialismo demostró en esos comicios que no importaban demasiado los nombres, sino la marca de la gestión, un atributo que ya ningún partido político conserva. La cruda realidad y la incertidumbre frente al crecimiento de otras fuerzas políticas, como el PRO, logró deshilachar esa conquista, luego de que el punto fuerte del PS, la gestión, entrara en discusión con una realidad cruda y despojada, atravesada por el problema de la inseguridad.
El socialismo gobernó Rosario en épocas duras, como durante el estallido de 2001, cuando en la ciudad estaba paralizada y en estado de ebullición fueron asesinadas por la policía siete personas ante una grave crisis económica y política. Pero también disfrutó el verano de la recuperación económica, con las variantes del boom, en la construcción, en la venta de autos, en las inversiones privadas, entre otros. El mojón que remarcó con verde la recuperación fue esa ciudad eufórica durante el Congreso de la Lengua en 2004. En aquellos tiempos Rosario recuperó de forma rápida y ágil la autoestima tras ser la capital de la desocupación en la era de la post devaluación (con más de un 24 por ciento) y dejar en el baúl de los recuerdos mediáticos imágenes duras como aquella de marzo de 2002 cuando un camión con ganado volcó en la avenida Circunvalación y los vecinos de la zona despostaron las vacas en vivo y en directo.
La reacción orgánica de la ciudad, que absorbió el excedente del crecimiento de la producción agropecuaria, dejó atrás los recuerdos de la crisis pero renovó otros problemas, de la aguda precaridad de una periferia que quedó al margen de la década ganada, donde se derramó el fenómeno de los búnkeres y la violencia sin límites. Todos los problemas mundanos, como el tránsito y el reordenamiento de la ciudad, quedaron desplazados ante la urgencia de “pacificar” los barrios, primero con Gendarmería y después con una millonaria inversión en infraestructura social y urbana, con el plan Abre.
Los nuevos ejes
La seguridad será el eje principal y la madre de todas las batallas en la campaña electoral. Las ideas no son recetas probadas de un problema que es demasiado complejo para la liviandad proselitista, sobre todo desde el municipio cuyas atribuciones son escasas, sin poder ni injerencia en el manejo de la policía. Sin embargo, todos los candidatos no podrán huir a la apuesta de premisas para saciar la preocupación del electorado.
Fein se enfrentará en las internas con Pablo Javkin, diputado nacional de la Coalición Cívica, que postula cambios en el estilo y en la forma de gobernar del socialismo. La intendenta realizará un acto mañana que contará con la presencia de las figuras de peso del partido y del Frente Progresista. La postulación de Fein ya se venía manejando desde hace tiempo y no representó una sorpresa dentro del mapa político local.
Javkin opinó que “hay un recrudecimiento de los delitos que requieren que las fuerzas federales vuelvan a la ciudad. Debe haber un respaldo nacional, porque es la propia convivencia de Rosario la que está en juego”.
En el PRO oficializaron el viernes en el hotel Ross Tower a Anita Martínez como candidata a intendenta. La actual concejala dudaba en dar el salto, pero la presión del propio Mauricio Macri surtió efecto, luego de que las últimas encuestas le dieran resultados muy positivos, según resaltaron desde el macrimismo. Antes de iniciar una caminata por la peatonal, Macri sostuvo que “no sólo se apuesta a un cambio de nombres sino que le pedimos a aquellos que en los últimos 25 años no pudieron darle a la sociedad lo que necesitaba que dejen su lugar a otra gente que viene con muchas ganas e ideas nuevas”.
En el peronismo por ahora el escenario electoral tiene a dos actores en juego: Roberto Sukerman, concejal del Frente para la Victoria, y Fernando Chino Rosúa, del Movimiento Evita. Sukerman fue uno de los más precoces en postularse. Lo hizo en octubre pasado en un hotel céntrico de Rosario, bajo el eslogan: “Queremos cambiar Rosario los que soñamos vivir en paz”.
El Frente Renovador, que hará su debut electoral de cara a la intendencia de Rosario, apostó por un periodista, una moda que se impuso en los últimos tiempos de partidos sin dirigentes ni militantes. Alejandro Grandinetti, conductor de LT8, saltó al plano político de la mano de Sergio Mazza. “Es bueno que las instituciones se renueven, porque más de dos décadas en el poder por parte del socialismo, con tan solo tres intendentes, es mucho”, afirmó.
Fuente: miradorprovincial.com
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