«Es el momento de tomar compromisos frente a lo que está ocurriendo en la ciudad. Vivimos muy mal», asegura Alejandro Grandinetti respecto del detonante que lo llevó a dejar de lado 27 años de periodismo en radio y televisión para anotarse en la carrera por el Palacio de los Leones. Y, ya ungido precandidato a intendente por el Frente Renovador, asevera: «El socialismo perdió la pasión por solucionar los problemas de la gente».
Habiendo tomado nota de la principal demanda de los rosarinos, Grandinetti advierte que «no es verdad que el municipio no puede hacer algo por la inseguridad». Entre otras medidas, propone aplicar en Rosario las mismas herramientas preventivas desarrolladas en el municipio de Tigre, bastión del líder y aspirante presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa. Ambos referentes de la coalición política amplificarán sus proyectos hoy, a las 11, en Salones Puerto Norte (avenida Cándido Carballo 150).
¿Por qué el salto a la arena política?
—La determinación más difícil es la de no hacer más lo que te apasionó durante 27 años: periodismo. También es complejo comunicarlo a la familia, los amigos y los colegas, pero estoy convencido de que es el momento de tomar compromisos frente a lo que está ocurriendo en la ciudad. Porque vivimos muy mal. Durante muchos años nos preparamos para generar diagnósticos y tratar de comprender qué hacen nuestros gobernantes. Es tiempo de generar soluciones a esos diagnósticos.
De algún modo u otro, la política siempre estuvo cerca.
—Vengo de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), una de las mejores del país. Pasar por allí fue algo natural. Incluso, a los 17 años, cuanto estaba en la secundaria, armamos el Centro de Estudios para la Política Exterior Argentina (Cepea), un nucleamiento de jóvenes que se involucró en el análisis sistemático de literatura, filosofía y política. Además, aprendimos a leer a Arturo Jauretche y Leopoldo Marechal. Es cierto que por entonces Jorge Luis Borges era el demonio, pero después aprendimos a entender su arte. La discusión política es algo natural en mí. Como también tengo en claro que, si sos parte de la política, nunca más podés ser parte del análisis periodístico.
¿Y qué refleja la radiografía de la ciudad?
—Es bueno que las instituciones se renueven. Particularmente, más de 20 años en el poder por parte del socialismo, con tan sólo tres intendentes, es mucho. Recuerdo cuando (el ex gobernador y actual diputado nacional) Hermes Binner, en su momento, afirmaba que 17 años de justicialismo en la conducción de la provincia era demasiado. Es necesario un recambio. El compromiso es con la solución de los problemas de los vecinos.
¿Cuáles son los déficit que le señala a la administración socialista?
—No es verdad que el municipio no puede hacer algo por la inseguridad que sufren los rosarios. El ejemplo más claro es lo que viene realizando Massa en Tigre. Se puede duplicar el patrullaje preventivo y hay que disolver la Guardia Urbana Municipal (GUM) para poner esos recursos en una nueva fuerza, en la cual participen algunos policías seleccionados especialmente, además de contar con mucha tecnología. Es posible hacerlo porque es una metodología de trabajo que funciona en la actualidad. Siempre entendiendo que, efectivamente, la responsabilidad del manejo policial pasa por el gobierno provincial. Pero hay que ponerse al frente de esta problemática, como también del correspondiente reclamo a la Casa Gris y la demanda a la Nación para que las fuerzas federales continúen en la ciudad. El problema de la actual gestión municipal es que ese pedido complique a las autoridades provinciales, y es un error. Porque el principal déficit es la seguridad.
HUn déficit marcado a fuego en la agenda de campaña.
—Cuando Massa propone la creación de tres juzgados federales para luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico en Rosario, está hablando de una solución concreta. Cuando sostiene que la reforma del Código Penal debe contemplar el endurecimiento de sanciones a algunos delitos, como también el juzgamiento en ausencia, son medidas aplicables a causas como la de (la banda narcocriminal) Los Monos.
El escenario electoral en Rosario luce desafiante, teniendo en cuenta que Mónica Fein acaba de anunciar que irá por la reelección.
—Hay que retomar un sinnúmero de banderas que Binner ostentaba años atrás. El socialismo perdió la pasión por solucionar los problemas de la gente. En realidad, hoy es un partido conservador, literalmente. Al tener que mantener lo ya construido, crearon capas geológicas que no son activas y hasta resultan contraproducentes para que el rosarino vea una solución concreta. Tampoco entiendo cómo teniendo la Municipalidad y la Casa Gris no bregaron correctamente por la autonomía, que es absolutamente necesaria para Rosario y Santa Fe. Lo repito: esto no es contra alguien sino que pasa por retomar la pasión por resolver los problemas del ciudadano, además de asumirlos. Está bien que Fein se presente en las elecciones, pero también demuestra que la cúpula oficialista, la conducción partidaria, sigue siendo bastante estática.
El transporte público es otra preocupación de los rosarinos.
—Hay un sinfín de promesas, como las líneas troncales, que venimos escuchando hace tiempo y se tienen que implementar. Es un error llamar a una nueva licitación ahora. El nuevo gobierno debería, con el aval de los votos, definir cambios en el sistema. Necesitamos repensar medios alternativos a los existentes, como el tren de superficie, soterrado en algunos tramos, que propuso en su momento la Secretaría de Transporte de la Nación. Hay que proyectar nuevas iniciativas para dentro de 10 ó 15 años. También hacen falta colectivos según las demandas de la ciudad y mejorar las frecuencias. Además, está el problema del crecimiento del parque automotor. Tampoco podemos plantear una política de ciclovías si no hay certezas de que no te van a robar la bicicleta por la falta de seguridad. El transporte de la ciudad merece un proyecto estratégico.
Todo indica que el Frente Renovador deberá realizar una elección competitiva en la provincia y en la ciudad.
—Massa es el único de los tres candidatos que habla de política y, seguramente, será el próximo presidente de la Argentina. Escuché a la Ola Naranja de Daniel Scioli, lo veo a Mauricio Macri con el amarillo y las sombrillas, pero el que realmente brinda definiciones diarias es Massa. Y para Rosario hay un plan de gestión.
FUENTE: LA CAPITAL
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