Nunca es bueno para un candidato pelearse con los docentes. Por eso, esta vez todo indica que Scioli busca apurar un acuerdo salarial. La cuestión es cuánto costará la paz sindical y si habrá de nuevo tironeos con Nación. Los números de la Provincia y la estrategia «naranja».
Una de las lecciones que enseñan los manuales de marketing político es que pelearse con los maestros es uno de los peores negocios para un gobernante, sobre todo si aspira a postularse para un cargo electivo.
Ligada a los mitos fundantes de la nacionalidad, la escuela pública ocupa un lugar especial en la conciencia colectiva de los argentinos. Y en las últimas décadas cobró una mayor notoriedad frente al creciente deterioro de las escuelas públicas y los casos de violencia contra los educadores.
Por ello, las protestas de los maestros despiertan más simpatías que la de otros gremios y las escuelas suelen ser uno de los escenarios predilectos para realizar actos por los políticos.
Lo sabía bien Néstor Kirchner cuando, dos días después de haber asumido la Presidencia en mayo del 2003, viajó sorpresivamente a Entre Ríos y se comprometió a girar $80 millones para pagar los sueldos de los docentes, para destrabar un conflicto que llevaba casi tres meses sin clases.
Parece una lección política bastante elemental. Y sin embargo, ni Cristina Kirchner ni Daniel Scioli dan la sensación de haberla comprendido plenamente. Sea por falta de recursos financieros de la provincia o por la pulseada política entre entre ellos, lo cierto es que no han podido evitar las huelgas al inicio de clases en los últimos años.
Pero este es un año electoral, y desde las filas sciolistas surgen indicios de que se tratará de hacer un esfuerzo por romper la «tradición» de docentes haciendo marchas de protesta y padres quejándose porque no pueden mandar sus hijos a la escuela.
Por lo pronto, hubo actitudes en el gobierno de Scioli que marcan un cambio de actitud:
* Temprana convocatoria a las paritarias. En lugar de comenzar las negociaciones como todos los años en febrero, los funcionarios se reunieron con los gremios desde diciembre.
* Inédito pago de un adelanto de entre el 7 y 8% para docentes y estatales para enero y febrero, que equivale a una suma mensual de $400 y lleva el salario inicial a $5.400.
* Anuncio de un adelanto del calendario de pago de los impuestos. Más de 9 millones de contribuyentes deberán pagar entre uno y tres meses antes el inmobiliario urbano, baldío urbano y patentes. El anticipo incluye aumentos de hasta el 70% en algunos tributos.
Estas últimas señales dan cuenta de que la Provincia buscaría hacerse de recursos para evitar el conflicto con los educadores bonaerenses. Y así lo interpretó todo el arco político, desde el kirchnerismo hasta la oposición.
«Es una medida enmarcada en su campaña presidencial que tiende a generar una presión fiscal indirecta, que busca anticipar la recaudación para poder percibir todos los tributos antes del fin de su mandato, dejando al próximo Ejecutivo provincial en una situación de debilidad económica y financiera muy importante», advirtió en un comunicado el diputado del GEN, Juan Carlos Juárez.
La movida incluía el adelanto del inmobiliario rural, un impuesto que representa un ingreso de $2.340 millones para el estado bonaerense.
FUENTE: IPROFESIONAL.
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