23 noviembre, 2024

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El peronismo a todo o nada

 Tras el ominoso tercer lugar al que el sorprendente Miguel del Sel lo relegó en las gubernamentales del 2011 y las parlamentarias nacionales del 2013, el peronismo -que gobernó de manera ininterrumpida casi un cuarto de siglo a la provincia- libra una antropofágica batalla interna con el afán de recuperar el territorio perdido. Sin embargo, y cruelmente, puede terminar beneficiando los intereses de su principal verdugo: el PRO de Miguel del Sel.

El Consejo Ejecutivo del Partido Justicialista, tal como adelantáramos hace una semana, ratificó la fecha del venidero sábado 24 para que sesione el Congreso, máximo órgano partidario, cuyos casi quinientos congresales deberán decidir sobre la suerte electoral del partido en dos aspectos neurálgicos: qué nombre llevará el frente que se constituya para enfrentar el proceso electoral 2015 (en el 2011 fue Frente Santa Fe para Todos) y, como segunda cuestión, si se acepta o no la participación del PRO dentro del mismo.

Además cerró filas en defensa de la presidente de la Nación en torno de la denuncia del fiscal Nisman.

Luis Rubeo, incendiado tras un provocativo comunicado de prensa del diputado obeidista Mario Lacava que terminaba acusando -elípticamente- al “rossismo” de ser una “Pyme de la política” (en coincidencia con el pensamiento de María Eugenia Bielsa, expresado en un reportaje horas antes), a su vez calificó al obeidismo de “mariscales de la derrota” (por haber derogado la Ley de Lemas). Y sostuvo que “tiene que ponerse a la cola y no intentar conducir la batalla”. El precandidato a primer diputado provincial hundió un poco más la daga en la herida al suponer que los dichos de Lacava “en realidad ocultan la intención de irse con el PRO”.

Más tarde, fracasaba en el PJ local una asamblea autoconvocada por congresales y dirigentes del obeidismo y otros sectores para ponerle un marco a la posterior reunión del Consejo Provincial que se llevaría a cabo en Rosario. El objetivo era que Rossi no imponga su voluntad de llamar Frente para la Victoria a la coalición que autorice el Congreso partidario del sábado 24. Cosa que ocurrirá. El PJ irá con la sigla FPV.

Momentos más tarde, el propio Lacava en giro felino por los aires admitió que no tiene inconvenientes con esa sigla pues él apoya a Scioli. ¿Bielsa tampoco tendría problemas en ir bajo la sigla FPV toda vez que ella también apoya el modelo nacional? ¿Y el massismo?

Eduardo Toniolli, diputado del Movimiento Evita y secretario general de la Departamental Rosario, anfitrión en la reunión del Consejo Ejecutivo argumentó que “el Frente para la Victoria es la herramienta electoral del peronismo; y si desde Taiana a Scioli irán bajo esa sigla, ¿por qué no hacerlo en Santa Fe?”.

Un caso de urticaria política

La esquiva María Eugenia Bielsa (quien la semana que viene convocará a su sector para anunciarle su decisión política), en un reportaje concedido al colega Carlos Delicia puso condiciones de cumplimiento imposible -a la luz de la realidad – para presentarse. Pareciera que el “rossismo” le genera urticaria, y que preferiría no competir con ellos. Al menos en el mismo espacio.

Según Mario Lacava “sólo Omar Perotti (de gira por los despachos oficiales en Buenos Aires) y María Eugenia Bielsa” pueden liderar un frente que le devuelva el triunfo al peronismo. ¿Y los demás?

Curiosa idea de unidad que tienen algunos sectores del peronismo santafesino. Mientras la pregonan de manera democrática y pluralista, no quieren juntarse con un sector claramente identificado con el gobierno nacional, como el de Agustín Rossi y sus candidatos locales Leandro Busatto y Luis Rubeo, al que califican -o descalifican- como “Pyme de la política”.

A todo esto, Miguel del Sel, recién llegado de sus vacaciones, ya impartió la orden de alistar las ambulancias para recoger a los heridos que dejen el Congreso del PJ y el posterior armado de listas.

Por lo pronto les avisa a los entusiastas senadores peronistas que quieren apoyarlo, que la condición sine qua non será la foto con el candidato a gobernador y la consigna “Macri presidente”. Caso contrario, habrá candidato del PRO en los 19 departamentos. En el departamento 9 de Julio, el senador peronista alistaría a su propio hijo como candidato a concejal para acompañar a quien aspira a ser intendente en esa ciudad por el PRO.

A las patrullas peronistas que no quieran escriturar el tercer lugar con su partido, por tercera vez consecutiva, Del Sel les ofrece el cobijo de alianzas estructurales en bancas legislativas, o sillas en el futuro gabinete. Lo mismo para los radicales que pudiesen quedar resentidos en caso de perder la interna con Miguel Lifschitz.

Definiciones en el Frente

Con los ímpetus más sosegados, los “radicales en el frente” y la cúpula socialista negociadora (Joaquín Blanco Jr., Rubén Galassi y Eduardo Di Pollina) se verán las caras este lunes en Rosario para ir definiendo las piezas con las que cubrir los casilleros preacordados y los que surjan del cónclave. En este caso, según atestigua el diputado radical sureño Maximiliano Pullaro, se integrará (merced a sus gestiones junto con el senador Felipe Michlig) Cauce Progresista, de Henn y Palo Oliver.

El socialismo, como de costumbre, adopta una posición de “cauto optimismo” en la desconfiada relación con sus socios radicales. Los sabe bastante sapientes e intrépidos en el arte de la negociación, aunque en este caso nadie puede arrogarse excesivas vanidades que pongan en peligro la continuidad gobernante del FPCyS en una situación que el candidato massista Eduardo Buzzi relacionó con “la comezón del séptimo año”.

No hay espacio para devaneos ni jugadas vistosas. El peronismo, hoy desconcertado y desparramado, quiere volver a sentarse en el sillón del Brigadier, sea con un candidato propio o de la mano de Miguel del Sel.

Miguel Lifschitz tiene que aferrarse a la alta imagen positiva de Bonfatti para imponer su pragmático discurso de ingeniero, desconocido en el centro-norte, y convalidar el aluvión de votos que obtuvo como senador en 2011 en el departamento Rosario.

Mientras tanto, las incesantes lluvias en el norte provincial ponen en peligro el frágil equilibrio económico de esa región, lo que obligará a la provincia a destinar importantes recursos para mitigar la difícil situación en un 2015 económicamente incierto -como vaticinara el ministro de Economía Sciara-, y un delicadísimo panorama político con peligrosas ebulliciones nacionales cuyas consecuencias provinciales son impredecibles.

FUENTE: EL LITORAL.COM

Por Darío H. Schueri