El jefe de Gabinete hará el anuncio el lunes por redes sociales. Guiños a Cristina y el recuerdo de 2021, cuando Alberto Fernández lo echó por televisión.
El jefe de Gabinete de la Nación, Agustín Rossi, prepara su lanzamiento como candidato a presidente en una campaña de fuerte impronta kirchnerista.
La presentación será este lunes, a través de sus redes sociales. “Voy a hacer una cosa muy breve por streaming anunciando que voy a ser candidato. Me tomé el tiempo necesario que yo consideraba que tenía que tomarme para que llegara la decisión. Consulté con muchísimos compañeros a lo largo y ancho del país, y creo que una candidatura como la mía puede interpelar a un sector del Frente de Todos. Vamos a trabajar para dar el primer paso, después construirla y pasar de una candidatura a una lista”, contó Rossi en la TV Pública.
Por sus intervenciones recientes, el ex jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria apuntará al electorado kirchnerista paladar negro, decepcionado con la experiencia del Frente de Todos y que añora el período 2003-2015.
Así, aparecerán al tope de la agenda la redistribución del ingreso, la confrontación con el Poder Judicial y otros proyectos de ADN kirchnerista.
Dos ejemplos: la semana pasada dijo que si fuese presidente, «el primer día» repondría la ley de medios y apuntó hacia la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Hay que trabajar para que esos cuatro señores se vayan”, planteó.
En el marco de esa estrategia de posicionamiento, Rossi se sumó a la convocatoria del acto que encabezará Cristina Fernández de Kirchner este jueves en Plaza de Mayo. Ese día se cumplirán veinte años de la asunción de Néstor Kirchner y todo el peronismo espera nuevas señales de su principal referente, a un mes exacto del cierre de listas.
Después de que Cristina dijera por enésima vez que no será candidata, se intensificó una danza de nombres que tiene como protagonistas a Sergio Massa, Eduardo Wado de Pedro, Daniel Scioli y Juan Grabois, a la que se suma ahora Rossi.
En La Corriente, el espacio liderado por el ministro coordinador, observan que “salvo que Cristina haga algo en las próximas 48 horas” habrá competencia en las Paso entre al menos dos candidatos.
Ese “algo” podría ser que ella revea su decisión y se presente. O bien, que bendiga explícitamente a alguien.
Según cómo se arme la oferta, Rossi podría tener dificultades para encontrar su lugar. Sobre todo, porque habrá una fórmula con el aval de Cristina y los magros niveles de aprobación de Alberto Fernández y su gobierno —derivados, especialmente, de la disparada de la inflación— no entusiasman para presentarse como el candidato de la continuidad.
«Va a ser una referencia kirchnerista más sustancial que formal», señala un dirigente de su espacio.
El problema no es sólo de ubicación política, sino también de estructura. Sí, como advirtieron desde La Cámpora, que cada candidato presente sus propias listas, tendrá el gran desafío de construir una estructura con dirigentes que quieran colgar su boleta de la suya en los distintos distritos.
Idas y vueltas
La relación entre Rossi y Cristina atravesó distintos momentos. Como pionero del primer kirchnerismo, Rossi pasó de ser concejal de Rosario a jefe del bloque del oficialismo en Diputados y fue candidato a gobernador en 2011. Ganó la interna, pero con el conflicto por la 125 todavía fresco en la memoria colectiva salió tercero, detrás de Antonio Bonfatti y Miguel del Sel.
Con esa referencia de kirchnerista originario, construyó su propio espacio en la provincia y siempre mostró autonomía respecto a la actual presidenta del Senado. Dos factores detrás de la histórica pica entre La Corriente y La Cámpora.
Esa autonomía lo llevó a insistir hace dos años con su precandidatura para senador nacional, pese a que Cristina había revalidado el acuerdo con Omar Perotti.
En ese momento, Rossi advertía que el gobernador quería sacar al peronismo santafesino y construir un santafesinismo a imagen y semejanza del cordobesismo encabezado por Juan Schiaretti.
Rossi fue a una interna en donde la lista de Marcelo Lewandowski y María de los Angeles Sacnun –con el gobernador como suplente y en la boleta– lo duplicó en votos.
En ese momento, Alberto Fernández todavía evitaba chocar con el kirchnerismo y anunció por televisión que los ministros que eran candidatos no podían seguir al frente de sus carteras.
“Espero que no me echen por tele”, dijo esa semana Rossi, por entonces ministro de Defensa.
Tras la ruptura con el kirchnerismo, y con cada vez menos apoyos dentro del peronismo, Fernández se inclinó por Germán Martínez, mano derecha de Rossi, para presidir el bloque del Frente de Todos en la Cámara baja. Martínez reemplazó a Máximo Kirchner, quien renunció a ese cargo disconforme con el acuerdo que firmaron Fernández y el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional.
Luego Fernández repatrió a Rossi al gabinete, en dos cargos sensibles. Primero, en junio de 2022, como titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y luego, en febrero de este año, como sustituto de Juan Manzur —otro dirigente con aspiraciones presidenciales— en la jefatura de Gabinete.
A casi seis meses de las Paso, Rossi aparecía como un dirigente con varios atributos: diálogo con todas las tribus del peronismo, conocimiento del funcionamiento del Estado para tratar de dinamizar la gestión y habilidad para dar la batalla ante la opinión pública.
Demasiadas tareas para una coalición que llega a los tumbos y con una inflación que ya rompió el techo de los tres dígitos y que, como señaló Cristina la semana pasada, busca acomodarse en un escenario de tercios en el que podría llegar a quedar afuera de la segunda vuelta.
Fuente: La Capital
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