El gobernador inauguró las sesiones ordinarias con una enumeración de «hechos concretos» que contrapuso al «marketing político». La seguridad fue uno de los ejes.
Omar Perotti ratificó ayer que su gobierno dejará a la provincia con un nivel de inversiones en infraestructura muy superior al que tenía en 2019. “Miles de obras públicas que cierran brechas del pasado y abren puertas al futuro”, dijo el gobernador. Y las mencionó: rutas, puentes, acueductos, gasoductos, conectividad digital, desarrollo tecnológico, políticas sanitarias y educativas, entre otras. “Hechos concretos, no marketing político. Es lo que hicimos y haremos. Más inauguraciones que anuncios” porque “siempre entendí que mejor que decir es hacer”, planteó en línea con un apotegma conocido. “Somos un gobierno federal que no sólo reclama a la Nación lo que es de Santa Fe, sino que trabajamos con el ejemplo”.
Perotti inauguró el período de sesiones ordinarias de la Legislatura con un discurso muy minucioso de los logros de su gobierno, con muchas cifras, algunas muy impactantes de las inversiones. Fue su quinto discurso ante el pleno de diputados y senadores, el último de su mandato al que dedicó casi tres horas. Antes del balance, la Casa Gris había publicado un informe de tres años y medio de gestión de 159 páginas. El gobernador leyó un mensaje de 120 páginas.
“Cumplimos”, insistió varias veces Perotti al subrayar esas conquistas. En algunas lo aplaudieron y otras no, en un recinto colmado por opositores. Valen dos ejemplos. “Nuestro compromiso era establecer el Boleto Educativo Gratuito urbano y rural” que beneficia a 274.000 docentes, asistentes escolares y estudiantes. Hoy el que estudia, enseña, ayuda o trabaja en la escuela viaja gratis. Una clara señalar de invertir en educación”, dijo el mandatario. Le devolvieron un aplauso tibio. Antes, en otro tramo, había destacado otro logro valioso: “Llegamos por primera vez en la historia con una ruta pavimentada al norte profundo, a localidad de Cañada Ombú”, casi en los límites con el Chaco. “¡Cumplimos!”, dijo. Y no hubo aplausos.
“Siempre entendí que mejor que decir es hacer”, remarcó Perotti. “Y nos dedicamos a eso, a hacer obras en toda la provincia. Con aciertos y errores, hemos sido el gobierno que se atrevió a construir una provincia con más agua, saneamiento, gas, caminos rurales, rutas transversales, internet de calidad”. Lo que se hizo y falta hacer deja distintas lecturas. Una es la crítica directa a los gobiernos del Frente Progresista, sobre todo al último de Miguel Lifschitz, a quien le reprochó haber dejado una provincia con cuentas en rojo, escasa inversión y dificultades para pagar salarios públicos. “Cuesta mucho remontar todo esto. Cuesta mucho partir desde tan atrás”.
“A pesar del escenario complejo que nos tocó gobernar, nunca declinamos en dar las discusiones y tomar decisiones difíciles”, señaló Perotti. “Nunca ocultamos la realidad, ni la negamos. Ante cada problema pusimos por delante una solución”.
“El camino no fue fácil”, dijo Perotti al recordar cómo recibió el gobierno en diciembre de 2019. “Tuvimos que ordenar las cuentas públicas. Cuando arrancamos, no pudimos pagar sueldos y aguinaldos en tiempo y forma. Teníamos deudas millonarias con proveedores y contratistas de obras. Sin cuentas claras, nada se puede hacer. Ni en una casa de familia, ni en una empresa. Menos aún en el Estado”.
“El ordenamiento lo hicimos sin aumentar la presión impositiva y con una buena política salarial para mantener el poder adquisitivo, aún con las dificultades económicas y los picos inflacionarios”.
“Pagamos todas las deudas”, entre ellas “250 millones de dólares” de bonos emitidos por el gobierno de Lifschitz en el exterior. “Un esfuerzo de gran magnitud” para Santa Fe que equivale a “7.244 patrulleros que no pudimos comprar, 113 nuevas escuelas y 5.425 viviendas que no pudimos construir por hacernos cargos de una deuda que no era nuestra. Pero que afrontamos en clara señal de compromiso con la continuidad jurídica del Estado provincial”.
“En esa tarea de ordenar las cuentas públicas”, Perotti logró que el gobierno de Alberto Fernández le pague a Santa Fe la deuda histórica de la Nación por 150.000 millones de pesos “en títulos ajustados por índices de inflación para preservar su valor”. “Un reclamo de muchos años y diferente gobiernos”. De ese monto, 18.500 millones ya fueron transferidos a municipios y comunas que vendieron los bonos y usan los fondos para “obras y compra de equipos”.
Los enemigos: delito y narcotráfico
A 40 años de la recuperación de la democracia, Perotti valoró el acuerdo político de todos los legisladores nacionales por Santa Fe (19 diputados y tres senadores) que permitió sancionar en el Congreso –por unanimidad- la Ley de Fortalecimiento de la justicia federal en la provincia. El proyecto era del diputado peronista Roberto Mirabella, a quien el gobernador impulsa como su sucesor en la Casa Gris.
El acuerdo del Congreso “eleva la vara de la discusión y anticipa el deseo de una campaña electoral donde el delito y el narcotráfico sean los enemigos y no la política. Debemos entender que los ataques y las peleas entre nosotros no resuelven los problemas de seguridad, al contrario, los agravan”, planteó. “Es necesario un trabajo conjunto, no negar el tema y tener un piso mucho más alto de coincidencia para enfrentar el delito”, abordar la problemática en forma integral y reorganizar la Policía de Santa Fe.
Lo “prioritario y urgente” en el gobierno es “la agenda de seguridad ciudadana” en Rosario y la provincia. “No es un eje más. La dimensión de lo que ocurre en Rosario, nos duele. Es un escenario que se arrastra desde hace años», subrayó el mandatario.
«Lo dijimos desde un primer momento: la única manera de resolver un problema es reconocer que existe” y “enfrentarlo”. “No ocultar ni negar esta realidad”. Eso es lo que ocurría en los gobiernos del socialismo –deslizó-, que “no se hable, que no se sepa, que no esté en los diarios, en la televisión, en las redes…”. “Un silencio que solo le sirvió al delito”.
En 2019, el gobierno encontró una Policía de la provincia “degradada, desprofesionalizada, con serios problemas de equipamiento, infraestructura y logísticos”. El objetivo fue “elevar su capacidad operativa, su parque automotor, cubrir la faltante de chalecos, municiones y armas, y revertir el atraso tecnológico en materia de comunicaciones y videovigilancia”. “Los ingresos de nuevos policías empezaron a superar largamente a los que se retiraban de la fuerza. Antes casi la mitad estaba abocado a tareas administrativas y no a la calle. Estamos reabriendo comisarías con una gran inversión para ponerlas en funcionamiento nuevamente”.
“Cuesta mucho remontar todo esto. Cuesta mucho partir desde tan atrás”, señaló el gobernador. “Seguramente cometimos errores, no los negamos. Pero ordenar la provincia, ordenar la institución policial, dotarla de todo lo necesario para ser más efectivos en la lucha contra el delito no se logra de un día para el otro».
“Una situación compleja y estructural como ésta, requiere de mejoras e inversiones continuas y permanentes en el tiempo y en el deseo compartido de tener un mayor nivel de paz y convivencia. Requiere de reformas que produzcan resultados a corto, mediano y largo plazo”.
“Los tres poderes del Estado debemos tener un enemigo común: la lucha contra el delito. A lo largo de estos años, no nos movimos ni un sólo milímetro de nuestro compromiso de cortar vínculos con el delito, de romper con las relaciones entre el Estado y los delincuentes, de que no haya impunidad ni privilegios para nadie sin distinción”, dijo Perotti.
Y reveló que la Agencia de Control Policial realizó 68 allanamientos a partir de 700 denuncias y se detuvieron a 122 agentes de seguridad entre penitenciarios, policías en actividad y retirados vinculados a diferentes delitos, mayormente al narcotráfico”.
«Esta política de control del desempeño policial habla de una firme decisión de acompañar y resguardar a los buenos policías”. “Separar a los corruptos, nos permite transmitirle a todos los policías que cumplen su rol con honestidad y a los jóvenes que se incorporan a la fuerza, la posibilidad de ejercer una actividad valorada, que recupere la confianza ciudadana”.
“Desde hace muchos años, mientras avanzaba la narcocriminalidad, se ocultó la situación, se subestimó» la problemática. «Ya desde el 2011 (en el gobierno de Antonio Bonfatti), hablo de estos temas, de la necesidad de no esconder la realidad de la provincia en materia de seguridad.
«En esos años se me criticaba duramente, se me acusaba de hablar de temas que no existían y que lo hacía por campaña. Ojalá hubiese estado equivocado. Pedir ayuda no es un disvalor». Al contrario, «es solucionar un problema que no es sólo de Rosario o de Santa Fe. Es de la Argentina. La Nación no puede permitir que esto pase en su territorio”, concluyó Perotti.
Fuente: Página 12
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