Urribarri ya llegó con sus afiches presidenciales a Capital Federal

Es el tercero en la lista de denuncias por campaña anticipada y, sin embargo, no logra despegar. La cara de Sergio Urribarri empapeló Buenos Aires el fin de semana pasado, al mismo tiempo que llenó Paraná, la capital entrerriana. 

“Sigamos construyendo la nueva Argentina. Urribarri 2015”, aparece en gigantografías y carteles que se suman a los spots en YouTube y al parador entrerriano que abrió en Mar del Plata.

Todo, a pesar de que la Ley 26.571/09 que regula las campañas políticas y su financiamiento, establece que la campaña electoral de las primarias debe iniciarse 30 días antes de la fecha del comicio. Por esta razón, en el ranking que lleva la ONG “Transparencia electoral”, Urribarri aparece como el tercero más denunciado después de Daniel Scioli y Sergio Massa.Paradojalmente, la popularidad del entrerriano sigue deprimida y aparece lejos en todos los sondeos. Años de sonriente actitud frente a la jefa no bastaron para que ella le muestre predilección a la hora de las candidaturas. Encima, el fustazo que pegó Cristina Fernández a los candidatos cuando los instó a transparentar sus declaraciones juradas de bienes, dio de lleno también en Urribarri, quien gracias a una ley de ética pública nunca reglamentada en Entre Ríos, no ha publicado sus haberes.

Ahora, tras su regreso de China, a donde acompañó a la Presidenta, Urribarri habló el domingo 15 ante la Asamblea Legislativa entrerriana. Y presidió luego un acto militante multitudinario, publicó Clarín, en nota de Verónica Toller desde Entre Ríos. En ambos, guardó silencio absoluto sobre su candidatura. No habló de la fórmula para la provincia ni de la fecha de elecciones (se rumorea que podrían adelantarse en este distrito). Brotaron afiches pero callaron las voces. Calló él mismo. Solo subrayó que, en el futuro, ayudaría a quien lo suceda “desde el lugar donde sea” (sic).

A esta ausencia de palabras se sumaron ausencias personales. De varios intendentes oficialistas, por ejemplo. O de Guillermo PemoGuastavino, legislador nacional, ex vicegobernador entrerriano, consabido amigo personal de Cristina y Néstor, delfín de la Presidenta según algunos para la Gobernación provincial. “De Urribarri para abajo, todo está trabado, y quien lo traba es él”, se quejan los intendentes, para quienes las aspiraciones personales de su líder naufragan a ojos vistas y les impiden negociar con el sciolismo. A finales de 2014, el intendente de Santa Elena, Domingo Daniel Rossi, declaró que la candidatura de Urribarri sería “solo testimonial, virtual” para generar sensación de interna kirchnerista, y que fungiría finalmente de “sparring de Scioli”, a quien los intendentes entrerrianos pedirían que deje a aquel el lugar de la Vicepresidencia.

Tal vez sea esta falta de popularidad y el hecho de que sigue sin aparecer en las encuestas nacionales, lo que ha llevado a Urribarri, quince días atrás, a anunciar en reunión de intendentes que se dará tiempo hasta principios de marzo. Y allí decidirá.

FUENTE: ANALISIS DIGITAL.COM

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